Sabemos que los costos de la inversión inicial serán altos, pero que a la larga evitaremos estar haciendo nuevos trabajos por cambio de conductores dañados por deterioro en aislamientos provocados por calentamiento y fuga de corriente a tierra.

Cuando elegimos conductores más baratos porque el costo inicial de la instalación sea menor, la utilización a corto plazo provoca que la instalación sea insegura y costosa por los daños que pueda ocasionar en nuestros equipos eléctricos instalados. además, que durara menos tiempo funcionando.

Por eso, utilizar conductores de mala calidad no significa un ahorro real, ya que, aunque la inversión inicial sea menor por adquirirlos, se pagara más por utilizarlos, puesto que los problemas que ocasionan representan perdidas de dinero (porque el trabajo deberá repetirse en pocos años) y de clientes (por hacer trabajos de mala calidad).