Con un potente compromiso por hacer las cosas bien, que la calidad de lo que ofrecen sea percibida por sus clientes y con un fuerte concepto de que sus productos permiten la conexión eléctrica de grandes obras, Covisa se ha convertido en un actor relevante en materia de equipos y materiales eléctricos.

Su gerente general, Gonzalo Ureta, explica que para ellos “el hecho de fabricar conductores eléctricos de alta calidad es un deber moral y a la vez el eje central de la propuesta de valor, centrada en la seguridad. Hacemos conductores eléctricos que como primera prioridad protegen la vida humana. Nuestros productos conducen energía eléctrica en hospitales, aeropuertos, centros comerciales, colegios y otros lugares de alta afluencia de público, en los que tu familia y la mía podrían encontrarse en cualquier momento”.

Por su parte, otro elemento relevante para la empresa tiene que ver con el marco normativo chileno y las necesidades de calidad que tiene el mercado. Al respecto, Luis Clavería, jefe de Laboratorio y Control de Calidad de Covisa, explica que las pérdidas y daños en vidas e infraestructura pueden ser enormes si el producto eléctrico utilizado no cuenta con un respaldo técnico detrás. “Muchos de los incendios y accidentes asociados a la electricidad corresponden a productos deficientes, muchos de ellos sin certificación, o al mal uso de estos. Además, la utilización de productos no certificados puede ocasionar problemas en los circuitos eléctricos, por ejemplo, elevando los costos de energía o por renovación de instalaciones de forma prematura debido al deterioro anticipado de los componentes de las instalaciones por no contar con los controles que exige nuestra reglamentación”.

Pero como desde sus orígenes la empresa ha buscado liderar en el mercado y marcar diferencias con respecto a otros actores del mismo a favor de la calidad y la responsabilidad frente a los productos con que cuenta, la certificación a través de normas internacionales cobra un papel relevante.
“Hoy en Covisa estamos trabajando con sistema de certificación ISO CASCO N° 5 - sistema 2, lo que nos obliga a controles de proceso y producto en fábrica, comercio y auditorías al sistema de gestión de calidad de la compañía. Este sistema de certificación es el más exigente dentro de las posibilidades de obligatoriedad de certificación de productos, principalmente por la transversalidad de los controles”, explica Wladimir Orellana, subgerente de Producción. Y agrega: “Adicionalmente, en nuestro laboratorio disponemos de equipamiento que nos permite implementar controles que van más allá de las exigencias de la autoridad, realizando de manera rutinaria ensayos que aseguran calidad en las materias primas utilizadas, el producto en proceso de fabricación y el producto terminado”.

LA IMPORTANCIA DE LA SEGURIDAD
Por su parte, Gonzalo Ureta sostiene que, además de todo lo señalado anteriormente, el elemento diferenciador que tienen con otras empresas del sector radica en el enfoque en seguridad que tienen en Covisa. “Me atrevo a decir que nuestra línea de protección contra incendios es la más robusta del mercado en términos de desempeño. Me refiero a toda la línea NOTOX, que incluye a las familias RZ1 y H07Z1 en sus versiones rígidas y flexibles. Son productos que exceden las exigencias normativas de la clase ‘C’ de resistencia al fuego. Esto es además un elemento de rentabilidad para nuestros clientes: frente a un siniestro, nuestros cables de seguridad tienen la capacidad de proteger el resto de las instalaciones, equipos e inversión en general, ya que no propagan llamas, se autoextinguen y no emiten gases corrosivos al combustionar, como sí ocurre con los conductores tradicionales cubiertos con PVC. Además de los atributos de producto, nuestra cultura es de una profunda empatía con nuestros clientes, lo que se traduce en cercanía y flexibilidad. Esto es clave, por ejemplo, a la hora de enfrentar un proyecto de alta complejidad”.

Covisa nace en 1977 con el nombre de Elaboradora de Cobre de Viña del Mar. Fue fundada por un grupo de jóvenes emprendedores universitarios, quienes se propusieron cubrir la demanda de alambre de cobre para la fabricación de transformadores eléctricos. En poco tiempo comenzaron a fabricar además conductores para instalaciones eléctricas. Hoy, 45 años más tarde, Covisa se ha convertido en un especialista y referente en el mercado de conductores eléctricos para baja tensión y la empresa de capitales chilenos más grande del rubro.

Fuente: El Mercurio, 15 de diciembre de 2022