COVISA, empresa chilena, con más de 45 años de experiencia en elaboración de productos certificados por SEC, pionera en el mercado en la comercialización cables de cobre fabricados con energía renovable, acaba de conseguir un nuevo hito al obtener nuevamente el Sello Renova, un sistema de certificación que tiene como objetivo identificar y promover productos y empresas que cumplen con estándares de sostenibilidad y responsabilidad ambiental.

Gonzalo Ureta, Gerente General de COVISA, explica que “este sello está diseñado para ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas sobre la compra de productos y servicios que tienen un menor impacto ambiental. La plataforma RENOVA, del CEN, hace posible un seguimiento por cada megawatt hora generado,
por lo que cada unidad de energía utilizada puede ser trazable de principio a fin. Esto se hace mediante la asignación de un identificador a cada unidad de energía, autentificando así las energías renovables del país con un alto grado de seguridad”

COVISA, a lo largo de los años, ha realizado una serie de acciones para el cuidado del medio ambiente. Gonzalo enfatiza que “este certificado permite asegurar que toda la energía que retiramos de la red proviene de generadoras renovables. Adicionalmente, tenemos una planta fotovoltaica sobre el techo de nuestra fábrica, que genera buena parte de la energía que consumimos. Con esto podemos asegurar que cada metro de cable que sale de Covisa ha sido procesado en nuestras instalaciones con energía 100% limpia”.

“Todo este esfuerzo tiene su origen en nuestro plan estratégico, en el cual nos planteamos hace un tiempo, producir cables con energía limpia usando cobre chileno 99,99% puro en la ciudad de Viña del Mar. Este objetivo proviene de un fuerte compromiso de nuestros accionistas con Chile y con la región de Valparaíso. Entendemos que nuestro rol como compañía no es sólo lograr un retorno competitivo sobre la inversión, sino que también – y quizá más importante – generar un impacto positivo en el entorno”, recalca Gonzalo Ureta.

“El proceso de fabricación de cables eléctricos es muy intensivo en energía eléctrica. Cada tonelada de alambrón de cobre (materia prima principal) requiere aproximadamente 0,7 MWh de energía eléctrica para ser transformada en cables eléctricos recubiertos con algún tipo de plástico, lo que es muchísima energía. La huella de carbono que generan los cables fabricados con energías no renovables es importante. En un país como Chile en que la matriz energética está cada vez más concentrada en fuentes limpias y en que los usuarios de energía como mineras e industrias tienen fuertes compromisos ambientales es importante que la vía de tránsito de la energía sea también limpia. Tenemos la convicción de que la energía limpia, que va a ser utilizada en procesos limpios, debe ser transportada también de manera limpia”

“Hoy en día, la innovación, la seguridad y la adopción de procesos sustentables y eficientes son cruciales para el futuro de cualquier actividad económica. Implementar prácticas eco-amigables no solo beneficia al planeta, sino que también es esencial para el desarrollo y crecimiento a largo plazo. Por ello, quienes generan y quienes proveemos productos y servicios, enfrentamos el desafío de la rápida adecuación de los procesos, centrándonos en la eficiencia sin comprometer la seguridad mientras mantenemos una perspectiva sustentable.

Con esta visión y enfoque, hemos realizado importantes inversiones, y con orgullo podemos afirmar que somos pioneros al fabricar nuestros cables utilizando exclusivamente energías renovables en nuestra fábrica”, finaliza.

Fuente: Diario Financiero.